Ante una agresión sexual, la prioridad debe ser cuidar nuestra salud física y emocional mientras se preservan las pruebas necesarias para buscar justicia. Aunque el instinto inmediato puede ser limpiarse o cambiarse de ropa, es importante saber que no hacerlo no tiene nada que ver con higiene, sino con proteger pruebas fundamentales que pueden ser clave en un proceso legal.
¿Por qué no limpiarse después de una agresión?
Desde la apertura de nuestra Línea Jacarandas, y su posterior ampliación para brindar información sobre las rutas de atención a víctimas de violencia sexual en Colombia, identificamos una duda común entre las personas agredidas: ¿Debo limpiarme después de una agresión sexual?
Sabemos que vivir una agresión sexual es una experiencia profundamente traumática. En ese momento, es normal querer liberarse de la sensación de suciedad o recuperar algo de control. Sin embargo, acciones como bañarse, lavarse, perfumarse o cambiarse de ropa pueden eliminar evidencias clave que podrían ayudar a identificar al agresor y traer justicia.
El cuerpo como portador de pruebas
Después de una agresión sexual, el cuerpo de la víctima puede contener rastros valiosos: fluidos, cabellos, células y otras señales que pueden ser recolectadas por personal médico especializado. Estas pruebas son cruciales en una investigación y pueden marcar la diferencia entre la impunidad y la justicia.
Por eso, si una persona decide denunciar, preservar el cuerpo tal como quedó tras el ataque es fundamental. Evitar limpiarse no solo es un acto de autocuidado, sino también un paso importante para garantizar que el sistema judicial tenga las herramientas necesarias para actuar.
Apoyo médico y emocional: un paso indispensable
No limpiarse también facilita que el personal de salud pueda examinar con mayor precisión las condiciones del cuerpo tras la agresión. Esto permite tratar heridas físicas, prevenir infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados, así como ofrecer atención psicológica oportuna.
Aunque puede parecer raro o incómodo no lavarse en ese momento, este acto tiene un propósito muy claro: proteger tu salud integral y facilitar el acceso a la justicia.
Tu cuerpo, tu decisión
No limpiarnos es no solo un acto de autocuidado, sino también colectivo, pero sobre todo un acto de decisión personal: sabemos que es un paso para que los sistemas, que muchas veces han fallado, puedan comenzar a cambiar y responder con verdad y compromiso; aunque la limpieza inmediata puede parecer una manera de aliviar el estrés, es importante contar con apoyo clínico y psicológico antes de realizar cualquier acción, recuerda siempre sera tu decision denunciar o no, por lo tanto limpiarse dependerá de la decisión que tomes.
Si tú o alguien que conoces ha sido víctima de violencia sexual, recuerda: no estás sola. Hay ayuda disponible, y tu bienestar importa. Comunícate con la Línea Jacarandas para recibir orientación gratuita de rutas para víctimas de violencia sexual.