El pasado 25 de noviembre, en Bogotá asistimos al plantón del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Y antes de relatar cómo fue la manifestación este año, queremos que sepas la historia.
¿Por qué el 25 de noviembre? ¿Por qué cada año gritamos “Ni una menos”?
La respuesta está en República Dominicana, donde tres mujeres impactaron el rumbo de la lucha feminista en América Latina: Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, conocidas como Las Mariposas. Ellas se resistieron a la dictadura de Rafael Trujillo, uno de los regímenes más violentos de Latinoamérica. Aunque provenían de una familia acomodada, eligieron denunciar la injusticia, organizaron movimientos clandestinos y usaron su privilegio para proteger a otras.
Ese valor tuvo un costo altísimo. El 25 de noviembre de 1960, fueron interceptadas, golpeadas y estranguladas. Luego, las metieron a un carro y tras eso al vehículo lo arrojaron a un barranco para simular un accidente. Tenían 25, 34 y 36 años.
Pero su asesinato no apagó la lucha: la encendió. Como dijo Minerva: “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”. Meses después, la dictadura cayó.
Hoy, sus rostros en el billete de 200 pesos dominicanos simbolizan una resistencia que sigue viva en un mundo donde 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia y cada 10 minutos una mujer muere por feminicidio. Por lo mismo, se decidió conmemorar el día de la eliminación de la violencia de la mujer en la fecha en la que les quitaron la vida, pues queremos conservar a las Mirabal en nuestra memoria, al igual que no olvidamos a las miles de mujeres que ya no nos acompañan.
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Colombia: un país que sigue en alerta
A 65 años del feminicidio de las Mariposas, Colombia enfrenta una emergencia propia. Entre enero y octubre de 2025 se registraron 621 feminicidios, según el Observatorio Colombiano de Feminicidios. Esta cifra exige medidas urgentes para prevenir las violencias físicas, sexuales, económicas, digitales y psicológicas antes de que sea demasiado tarde. Y no podemos olvidar otra crisis igual de grave: en lo que lleva del año hay 921 mujeres que siguen desaparecidas. ¿Cuándo ser mujer dejará de poner en peligro nuestra seguridad y vida? Como aún no tenemos una respuesta, marchamos en todo el país.
El 25N en Bogotá: memoria viva en las calles
Particularmente, en Bogotá, cientos de mujeres se reunieron para honrar a las que ya no están y exigir justicia. El plantón incluyó una estación de memoria con los nombres de algunas de las mujeres que han sido asesinadas por feminicidio, unos poderosos performances musicales y de baile donde las artistas denunciaron violencias locales y globales y luego una velatón.
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Bogotá se convirtió en un recordatorio: ser mujer no debe ser una sentencia de muerte. Este 25N fue un acto colectivo para afirmar que nos queremos vivas, que la memoria es resistencia y que la violencia no puede seguir siendo la norma. Sin embargo, esto aún no es una realidad y, aunque nos enoja, ver a cientos de mujeres reunidas exigiendo justicia también nos conmueve. La lucha se vuelve menos pesada porque sabemos que no estamos solas, y mientras las instituciones no atienden nuestras denuncias como es debido, muchas compañeras nos apoyan y juntas gritamos: “Ni Una Menos”.
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