El Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente en Cali

El Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente en Cali contó con intervenciones de las mujeres negras más influyentes del mundo, entre ellas figuras como Angela Davis, Epsy Cambpell, Gina Dent, Leymah Gbowee, Francia Márquez y Eve Bazaiba

Feminism
25/7/2025
Carolina Benitez Mendoza

El pasado 25 de julio, Cali fue escenario de un evento histórico que resonó más allá de las fronteras: el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente se celebró con la presencia de algunas de las mujeres negras más influyentes del mundo. Bajo el lema “JUNTAS por la Restauración de Nuestra Dignidad”, este encuentro internacional se convirtió en un espacio de reflexión, resistencia y articulación política que reunió a lideresas de diversas latitudes para honrar la lucha de las mujeres afrodescendientes por la justicia, la equidad y la reparación histórica.

Este año la fecha tuvo un carácter histórico aún más relevante: fue la primera vez que se conmemoró de manera oficial e internacional, tras haber sido reconocida formalmente por la Organización de las Naciones Unidas en 2024 como un día de visibilización y acción por los derechos de las mujeres y niñas afrodescendientes en todo el mundo. Esta validación global marcó un antes y un después en la agenda antirracista y feminista.

Una jornada llena de referentes

El evento contó con la destacada participación de figuras emblemáticas como Angela Davis, Epsy Campbell, Gina Dent, Leymah Gbowee, Francia Márquez y Eve Bazaiba. También estuvieron presentes otras lideresas como June Soomer, Teresa Mojica Morga, Paola Cabezas Castillo, Hillary Brown, Natasha George, Bazaiba Masudi y Chantal Chambu Mwavita. Juntas, representaron una poderosa convergencia de voces afrodescendientes de África, América Latina y el Caribe.

Durante 15 horas ininterrumpidas, se desarrollaron cuatro paneles que abordaron temas fundamentales para las mujeres negras: la participación política, la cultura como herramienta de transformación, la justicia económica, y un diálogo intergeneracional sobre los retos y el futuro político de las mujeres negras. Leymah Gbowee, Francia Márquez y Eve Bazaiba protagonizaron este último panel, en el que compartieron sus trayectorias y visiones de futuro con una profundidad que conmovió a todas las asistentes.

Uno de los momentos más significativos de la jornada fue el discurso magistral de Angela Davis, quien recordó que las mujeres negras han sido las arquitectas de los movimientos por la libertad, subrayando el rol histórico de las mujeres afrodescendientes como impulsoras de transformaciones sociales y políticas profundas. Durante su discurso destacó la necesidad de luchar por las mujeres negras trans, de rechazar las prácticas coloniales de Israel, de proteger a los animales no humanos y de continuar con nuestra lucha contra el fascismo y la ultraderecha reaccionaria

Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, abrió la jornada con un mensaje firme contra el racismo estructural: “Odiar por el color de piel no es una opinión, es un delito”, declaró, haciendo un llamado urgente a erradicar las narrativas que históricamente han deshumanizado a los pueblos afrodescendientes.

El cubrimiento de los medios

Resulta lamentable que gran parte de los medios de comunicación nacionales optaran por reducir su intervención a un fragmento aislado que fue utilizado para construir una narrativa de confrontación con el presidente Gustavo Petro. Este recorte no solo tergiversa el contenido del discurso, sino que desplaza la atención de una conmemoración sin precedentes, vaciándola de su sentido político y simbólico. Mientras mujeres negras del mundo entero discutían propuestas de transformación estructural, los titulares prefirieron enfocarse en el morbo de una supuesta “pelea”, silenciando así el verdadero valor de la jornada.

A ello se suma la escasa o nula promoción institucional y mediática del evento, a pesar de su carácter histórico. Que una conmemoración oficial de la ONU, con la presencia de premios Nobel, ministras, vicepresidentas y lideresas afrodescendientes de tres continentes, pase desapercibida en la agenda pública, habla de la persistente marginalización del pensamiento y la acción política de las mujeres negras. Visibilizar este tipo de espacios no es un gesto simbólico: es una responsabilidad ética y política de los medios y las instituciones democráticas.

El evento culminó con un emotivo cierre musical liderado por la maestra Nidia Góngora y agrupaciones del Pacífico colombiano, en un homenaje a la fuerza cultural y espiritual de los pueblos afrodescendientes.

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